Debo iniciar mi historia contando que mi madre fue lactada hasta los 4 años, pero yo no fui lactada; aun cuando mi abuela ayudaba a mami y me ponía el seno en la boca, aunque estuviera durmiendo, siempre lo rechazaba, por lo que me dieron leche de fórmula, pero no las toleraba así que me alimentaron con fórmulas especiales a base de soya; cuando nació mi hermana, 11 años menor que yo, mami luchó para lactarla, lo logró hasta que tenía más de un año, de forma combinada con una fórmula también especial porque igual presentó intolerancia.
Vi esos dos ejemplos como hermosas situaciones y siempre soñé con lactar por largo período. Sin embargo, cuando tuve que enfrentar las complicaciones de la lactancia, ellas se enfocaron en el desarrollo de los bebés, preocupadas porque eran prematuros y necesitaban alimentación constante, y se olvidaron de apoyarme en la lactancia, y colaboraron con la fórmula.
Mi tía menor, quien es médico, era quien más me ayudaba con el tema.
Cuando salí embarazada, de mellizos, estaba muy segura de que lactaría sin problema alguno y esa era mi decisión porque nunca imaginé que la lactancia podría ser un camino complicado, sólo lo veía como un acto humano, totalmente natural. Durante mi embarazo una amiga de la universidad me aconsejó prohibir a la clínica que diera fórmula a mis bebés y que lactara de forma exclusiva, no entendía su afán porque yo veía que eso era lo lógico; desconociendo totalmente la burocracia de las clínicas y los problemas que podrían presentarse, de igual forma para esa época se abrió una campaña en México a favor de la lactancia, veía la publicidad por televisión, pero seguía sin comprender la profundidad del tema.
Mi embarazo gemelar fue de alto riesgo, totalmente en cama, tuve amenazas de aborto y parto prematuro todo el tiempo. Mi primer contacto con la Liga de la Leche fue por televisión, veía el programa y facilitaron la dirección de la página, pero nunca pude entrar, pues no podía usar la computadora, ni teléfonos, en fin ningún equipo que produjera radiaciones, esto para evitar que aumentaran mis constantes contracciones, por lo que no pude tener toda la asesoría para lactar correctamente; no sabía de las reuniones, ni del foro. Al mes de dar a luz a mis hijos una amiga de mi mamá le dio el teléfono de Yanet, la llamé, me dio asesoría sobre algunas posiciones, eso me ayudó, hasta que entré a trabajar y pude agregarme al foro.
Mis niños Cristian David y Cristian Antonio nacieron prematuros con boquita muy pequeña; mis senos son muy grandes por lo que el pezón lo cogían con dificultad, pero yo luchando para que lactaran! Algunas personas me animaban, otras me decían que les diera fórmula para que no lloraran porque se desesperaban, en la clínica también les dieron fórmula porque no pudieron estar conmigo de una vez, fue parto por cesárea, y por su condición de prematuros fueron unas horas a incubadora, gracias a Dios nacieron de buen peso y en perfecto estado, con todo y lo difícil del embarazo. Además de ese tema de lactancia nunca se habló, ni con el Ginecólogo, ni con el Pediatra que los recibiría, que a propósito, a los dos días del parto me dio una charla de lactancia, pero a la hora de la práctica, se volvió fórmula. Ahora me doy cuenta y me sorprende la poca información que hay sobre la lactancia a través de las clínicas y de los médicos, e incluso las revistas dirigidas a madres y futuras madres.
Yo estaba angustiada, desesperada, fui víctima de todo el bombardeo negativo de: No tienes nada, tienes que darles fórmula, no está saliendo suficiente, están quedando con hambre, y hoy sólo le has dado seno???!!!!!!, pero no lo estás pegando en la otra, aunque le des el seno debes complementar con la fórmula, pero si tienen tanto rato pegados es porque no están encontrando nada, no están llenos. Fue horrible.
Increíblemente el dar el seno para mí se convirtió en un acto prohibido, y cuando estaba totalmente sola aprovechaba para lactarlos “A ESCONDIDAS”, porque cuando había alguien controlaban el tiempo que duraban pegados, si lloraban empezaban a desesperarme de que no había leche, que no los dejara llorar, que le buscara la fórmula, y todos esos ojos encima esperando la reacción de ellos y la mía me ponía más tensa; ahí solitos los dejaba todo el rato que quisieran y seguía también con la fórmula, pero en el caso de uno de mis hijos prefería siempre el seno, y la fórmula era tomada a la mala, incluso aunque le diera la fórmula y estuviera aparentemente satisfecho, sólo se dormía pegado del seno.
En el foro conocí el tema de relactar, y cuando tenían tres meses decidí hacerlo, fui donde Yanet, me recomendó averiguar si podía tomar Motilium, un medicamento cuyo componente principal es la domperidona, cuyo efecto secundario es aumentar la producción de leche, alquilé el extractor doble (Eléctrico), pero no me funcionó, volví y le expliqué, lo probamos en su casa, y nada, entonces me dijo que yo era el segundo caso que ella conocía donde el extractor no hace efecto, entonces me enseñó a hacer la extracción con la mano, AHÍ COMIENZA MI GRAN HISTORIA.
Gracias a Yanet, comencé a hacerlo manualmente, echaba la leche en un recipiente de cristal, previamente esterilizado, y cada noche o a primeras horas de la mañana, se la daba a cada uno con un gotero, no me acostaba sin hacer ese proceso de extracción, a veces hasta se la daba mientras dormían.
Ya cuando estaban más grandecitos hacía el proceso con ellos, nos poníamos en la cama, ellos se reían, era como un juego y pasamos del gotero a directo a la boquita, yo exprimiendo y ellos se peleaban por a quien le tocaban las gotas, se me pegaban al pecho, me abrazaban y disfrutaban todo eso, además de que identificaban que era un acto muy nuestro. En eso duramos casi hasta los dos años.
Mis hijos tienen ahora dos años y medio, actualmente ya no estoy lactando, y les he explicado que ya no hay leche, pero ellos reconocen mis senos como fuente de amor y alimentación. Mis chicos hablan mucho, son dos pericos, les gusta ir de super, identifican que ahí se puede encontrar y comprar todo lo que se acaba, y me dicen: «MAMI, LECHE NO HAY, COMPRAR TETA SUPER».
De haber estado en el foro desde mi embarazo la historia hubiera sido de lactancia exclusiva, y si por algo me gustaría tener hijos otra vez es para luchar por ese proceso con toda la información que he adquirido gracias a ustedes; insto a todas las embarazadas, madres recién paridas que conozco a que lacten, con todo y que no pude hacerlo exclusivamente, mis hijos se mantuvieron saludables, nunca diarreas, ni vómitos, ni internamientos, pero sobre todo, eso les transmitió AMOR, SEGURIDAD, todavía me entran la mano por la blusa, sin importar donde estemos, me agarran los senos, me abrazan, y me llenaba de orgullo cuando la gente que veía eso me preguntaba: Usted los lacta? Porque ellos quieren su teta.
Así que A LACTAR, sin tiempo, por encima de los comentarios, concentradas sólo en los beneficios, SE PUEDE HACER, ADELANTE!!!!
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