A LA TERCERA VA LA VENCIDA: Lactar a pesar de tener implantes mamarios es posible.
Mi historia de lactancia tuvo un inicio accidentado, más que nada por desconocimiento. Mi primera hija nació en horas de la noche, en un centro médico donde la práctica es no hacer alojamiento conjunto. Pasaron más de 12 horas hasta que pude tenerla conmigo. Como era de esperarse, ya le habían dado fórmula, sin embargo, ella hizo el agarre de lo más bien.
Mis inseguridades de madre primeriza, no me permitieron lactarla exclusivamente, no me informé en lo absoluto. En sus crisis de crecimiento, me dejaba llevar de los comentarios de que no estaba produciendo suficiente, que ella no estaba aumentando de peso lo suficiente, que mi leche era mala, que lo que me extraía era poco y demás. Hacía un año, me había hecho un aumento de mamas, por el pezón, y esto contribuía más a que yo no confiara en mi cuerpo. Y cometía el peor de los errores: lactar con el tiempo medido. Con todo esto, la mantuve al seno hasta los 5 meses, cuando ella “destetó” por dentición. Yo desconocía lo que era una huelga de lactancia.
Mi segunda hija llegó 1 año y 10 meses después, en el mismo centro médico, y bajo las mismas condiciones: no la tuve hasta 12 horas después. Mi bajada de leche ocurrió alrededor de las 48 horas posteriores al parto, se llenaban tanto los pechos que hasta fiebre me daba, pero me decían que no me extrajera. La realidad es que con la segunda no tuve la voluntad y decisión que se requiere para lactar. Me sentía abrumada por tener dos pequeñas en la casa, y estaba de término de maestría, trabajando en la tesis. Llegamos a los 4 meses recibiendo ella una toma al día de fórmula y lo demás leche materna. Cuando deje de lactar, ella empezó a hacer alergia a la proteína de leche de vaca, y aquí empezó mi calvario. Muchos meses de médicos, pruebas de laboratorio, estudios, gastos, etc. Todavía esta vez no me había decido a informarme sobre la lactancia.
Una vez Amanda fue diagnosticada con sus temas de alergia, y Valentina, la mayor también (esta hizo la APLV alrededor de los dos años y 4 meses) decidí empaparme de todos los temas, y llegue a un grupo de madres con hijos con problemas de alergias alimenticias, que fue mi mayor bendición. La creadora del grupo es una abanderada de la lactancia, y es promotora de la Liga de la Leche. Decidí involucrarme y aprender sobre los temas. En el interin, tuve la oportunidad de acompañar a mi prima tan pronto dio a luz, a empujarla para que lactara… Ella logró llegar al año lactando a su pequeño.
En este periodo, recibí la noticia de estar embarazada por tercera vez, y me dije que esta era mi oportunidad. Que Dios mediante seria madre lactante exclusiva, porque tenía fobia a pasar por las mismas situaciones que vivi con Amanda desde que cumplió 4 meses. Me informé, leí, leí, leí. Me rodeé de abanderados de la lactancia materna, y felizmente decidí hacer un cambio de ginecóloga. Busqué una doctora que hiciera parto respetado, y que trabajara en un centro que permitiera alojamiento conjunto inmediato. Y así fue, que nació Galia un jueves a las 1:29 de la madrugada, en un parto hermoso, hicimos piel con piel inmediata, y se enganchó al pecho de una vez. Solo estuvo alejada de mí, mientras mi Dra. me realizaba el proceso de esterilizarme. Ya a las 3 de la madrugada estaba en mi habitación y 3 minutos más tarde llegaba mi bebé, que no había recibido nada de nada. Nunca nos separaron. Mi bajada de leche ocurrió el sábado siguiente. Ya el lunes estaba extrayéndome por sobreproducción. A los 7 días Yanet Olivares, consultora de lactancia IBCLC y Líder de la Liga de la Leche, acudió a visitarme a solicitud mía, y corrigió el enganche de Galia.. Santo remedio… Al día de hoy, casi 18 semanas después, tengo un freezer lleno con 694 onzas de leche materna congelada. Galia peso 16.8 libras en su revisión médica de los 4 meses y midió 67 cms. Nació de 8.8 libras. Todo a base de leche materna. MÁS NADA…. Si se puede… se puede lactar cuando hay decisión. Yo tenía muchas cosas “en contra”: problemas a nivel de tiroides, implantes mamarios a través de los pezones, 2 niñas más y pequeñas, experiencias no exitosas anteriores. Sin embargo, al día de hoy me siento orgullosa de que este sacrificio está rindiendo frutos. Se puede ser madre de varios (jajjaja), trabajar y lactar…
Informarse y rodearse de gente conocedora y pro lactancia que te anime de buena manera, sin presionarte, es lo máximo!! Agradecida de Dios, del apoyo de mi esposo, de Isdalmis y del trabajo tan hermoso que realiza Yanet… SI SE PUEDE
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